La senda ecológica permanecerá cortada al público por obras de mejora en el tramo que va del Baño de la Cava a la Vega Baja
La senda ecológica permanecerá cortada al público durante las próximas semanas al iniciarse el proyecto de mejora del tramo comprendido entre el Baño de la Cava y la Vega Baja en el entorno del Campus de la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha.
El plazo de ejecución del proyecto es de seis meses y cuenta con un presupuesto que ronda los 700.000 euros cofinanciado a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional, Feder.
Para los usuarios y viandantes se ha establecido un itinerario alternativo a este tramo que pasaría por completar la senda ecológica desde la Basílica de Santa Leocadia por el paseo Cristo de la Vega hasta la rotonda de la puerta de Sabatini del campus universitario y la calle San Pedro el Verde.
La iniciativa contempla en esta primera fase la mejora de 1,2 kilómetros de longitud y cerca de 8.000 metros cuadrados de superficie. La intervención consistirá en la reparación de los bordillos que delimitan la senda peatonal, así como el repavimentado de la senda con pavimento terrizo, excepto en las zonas puntuales donde la existencia de badenes, mayores pendientes o zonas de escorrentía aconsejan pavimento de hormigón coloreado para prolongar su estado de conservación.
Nueva conexión de la senda ecológica con la UCLM
Asimismo, el proyecto recoge la retirada de vallas metálicas, la colocación de una barandilla de borde en zonas puntuales para delimitar propiedades o evitar caídas y la iluminación del recorrido, además de plantear una nueva conexión por delante de la central de Azumel, manteniendo la pasarela que rodea el edificio al mismo tiempo que se conecta con la Universidad regional y a través de ésta con el camino del Molinero que lleva hasta el barrio de Santa Teresa. Esta nueva conexión se marcará con un tótem indicativo.
Del mismo modo se pretende valorar y respetar los elementos patrimoniales y la riqueza medioambiental del conjunto, para ello se ha contado con el apoyo del Gabinete de Arqueología ‘A Témpora CB’ y la consultoría medioambiental Basoinsa.