El Gobierno municipal ha condenado este martes el asesinato de dos mujeres durante el mes de julio a manos de sus parejas o exparejas, y ha reclamado unidad institucional y política para erradicar la violencia de género.
Así lo ha expresado la concejala de Cultura y Patrimonio, Ana Pérez, durante la concentración mensual organizada por el Consejo Local de la Mujer, que ha tenido lugar en la Vega.
Firma del convenio VioGén
Pérez ha lamentado que estos crímenes “vuelvan a suceder” y ha insistido en la importancia de seguir trabajando desde todos los ámbitos para hacer frente a esta lacra social.
En este sentido, ha destacado la reciente firma del convenio VioGén como un ejemplo de colaboración entre administraciones para garantizar el seguimiento y la protección de las mujeres y menores en situación de riesgo.
La concejala ha reiterado el compromiso del Gobierno municipal con una sociedad más justa, libre e igualitaria, y ha agradecido la implicación de los colectivos y representantes institucionales que cada mes se suman a este acto de rechazo a la violencia machista.
Manifiesto leído por el Grupo Municipal Socialista
El PSOE pide al alcalde de Toledo que se sitúe del lado de las mujeres y no del negacionismo de la ultraderecha
En esta ocasión, el manifiesto ha sido elaborado y leído por el Grupo Municipal Socialista. En él, el PSOE ha instado al alcalde de Toledo a posicionarse a favor de las mujeres y no del negacionismo de la ultraderecha con la que ha pactado en el Ayuntamiento. Así lo ha manifestado durante la concentración mensual contra la violencia machista celebrada este martes en el Parque de la Vega, donde el PSOE ha sido el encargado de leer el manifiesto como miembro del Consejo Local de la Mujer.
La lectura ha corrido a cargo de Helena Rodríguez, secretaria de Atención a la Ciudadanía de la Ejecutiva Local del PSOE; Irene Carmena, secretaria de Organización de Juventudes Socialistas de Toledo, y Pablo García, viceportavoz del Grupo Municipal Socialista. En el manifiesto han recalcado que la violencia de género no es un problema individual ni puntual, sino una estructura social arraigada que educa a niños en la posesión y a niñas en la obediencia, y han denunciado que “no mueren, las matan. No desaparecen, las hacen desaparecer. No se rompen solas, las rompen a golpes, insultos y miedo”.
