Habrá revisión los convenios del Nudo Norte por irregularidades que perjudican al Ayuntamiento
La Comisión de Empleo, Desarrollo Económico y Planeamiento del Ayuntamiento de Toledo ha aprobado este martes el inicio de la revisión de oficio de los convenios expropiatorios firmados en 2008 y 2021 para el desarrollo del Nudo Norte.
Esto sucede tras detectarse, según los nuevos informes, “una serie de irregularidades administrativas” que, en palabras del concejal de Urbanismo, Florentino Delgado, perjudican directamente los intereses económicos del Consistorio y, por tanto, de la ciudadanía toledana.
Fin beneficioso para el municipio
La iniciativa ha salido adelante con los votos favorables de Vox, PP e Izquierda Unida-Podemos, y la abstención del Grupo Municipal Socialista.
Delgado ha detallado que estos nuevos informes, algunos de ellos externos, ponen de manifiesto hasta ocho anomalías en los citados convenios, y ha señalado que “estas irregularidades, infracciones o ilegalidades nos obligan a actuar”. “Nuestro deber es emprender una acción administrativa que persiga un fin beneficioso para el municipio. No vamos a consentir unas actuaciones que, una vez conocidas, perjudican al Ayuntamiento en favor de una empresa particular”, ha subrayado.
El edil de Urbanismo ha recordado que el primer acuerdo expropiatorio fijaba un pago municipal de unos dos millones de euros, cantidad que fue modificada en el convenio de 2021 hasta superar los nueve millones. Una cifra que, sumados los intereses, podría alcanzar actualmente los doce millones de euros. “No podemos permitir que se beneficie a un tercero en detrimento de los intereses municipales”, ha concluido.
Otros asuntos tratados en la Comisión
En la misma sesión, también se ha aprobado el PERIM (Plan Especial de Reforma Interior del Medio Urbano) correspondiente a la calle Torviscal número 2, en el Polígono Industrial, donde se ubicará un centro comercial.
Además, se ha dado cuenta de la salida a información pública del PERI en la calle San Juan de Dios número 24, para permitir el uso hotelero y hostelero en este edificio catalogado como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento, que en su día albergó la antigua Maternidad y, hasta su cierre, una residencia de mayores.