Dr. Lidia Carbonero: “La medicina estética es una herramienta de salud preventiva”
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 30% de la población mundial padece afecciones dermatológicas durante su vida, de ahí la importancia del cuidado de la piel. El envejecimiento cutáneo, que comienza alrededor de los 25 años con la disminución de colágeno y elastina, representa un factor significativo. Así mismo, se estima que el 90% de los signos visibles de envejecimiento están vinculados a la exposición solar.
En este sentido, la Dra. Lidia Carbonero, dermatóloga de Enova explica que “la dermatología estética, no solo aborda problemas existentes, sino que también adopta un enfoque preventivo”. “El objetivo es conseguir una piel saludable que se refleja en un aspecto más “bello”, una piel en la que sin importar nuestra edad podamos sentirnos a gusto”
“Los tratamientos que abordamos en dermatología estética nos permiten tanto prevenir como revertir los signos clásicos del envejecimiento, como son las arrugas o las manchas” matiza la Dra. Lidia Carbonero, que a partir de ahora forma parte de la nueva unidad de Medicina Estética de este Centro Médico. Para ello buscamos un enfoque holístico, poniendo el foco en la salud integral para que la piel se encuentre en óptimas condiciones en cada etapa de la vida
Sin embargo, el fotoenvejecimiento no es solamente una cuestión estética, sino que es el factor de riesgo más importante para desarrollar un cáncer de piel a largo plazo, por lo que su prevención y cuidado son básicos en todas las etapas de la vida.
El fotoenvejecimiento se caracteriza por: presencia de arrugas finas y profundas, sequedad, flaccidez y aspereza de la piel, así como de telangiectasias (rojeces) y cambios pigmentarios: hipopigmentaciones (manchas blancas) o hiperpigmentaciones (manchas oscuras) como los lentigos. Su tratamiento y prevención es uno de los objetivos de la Unidad de Medicina Estética de Enova.
En los últimos años, la tecnología ha impulsado avances notables en dermoestética. Tratamientos como la terapia láser y procedimientos mínimamente invasivos han transformado el campo, ofreciendo resultados efectivos con tiempos de recuperación más breves.