El PP se queda sin apoyos a la Zona de Bajas Emisiones
El PP se queda sin apoyos a la Zona de Bajas Emisiones, “que solo tiene carácter recaudatorio y no ofrece alternativas”, asegura el Partido Socialista
El concejal socialista Francisco Rueda ha calificado la propuesta de Ordenanza Reguladora de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) como “una ordenanza fake” que no logrará los objetivos ambientales previstos y que, en su opinión, se limita a castigar los bolsillos de la ciudadanía. Según ha denunciado, se trata de una regulación impuesta “sin convicción, sin planificación y sin alternativas reales”.
Enmiendas socialistas rechazadas
El Grupo Municipal Socialista ha lamentado que todas las enmiendas que presentó para mejorar el texto —“trabajadas, realistas y basadas en las recomendaciones de la FEMP”— hayan sido rechazadas por el equipo de gobierno del Partido Popular. Estas propuestas, ha señalado Rueda, buscaban incorporar medidas eficaces, equilibradas y alineadas con las experiencias de otras ciudades que ya cuentan con zonas de bajas emisiones consolidadas.
Rueda ha expresado su preocupación por la gestión del alcalde, recordando que este proyecto “lleva guardado en un cajón desde el inicio de la legislatura” y que ahora llega “a última hora”, poniendo en riesgo subvenciones europeas por valor de seis millones de euros. Entre ellas se incluyen ayudas destinadas al transporte público, cuya pérdida tendría un impacto directo sobre las tarifas y el bolsillo de los toledanos y toledanas.
En su intervención ante los medios, el concejal socialista ha señalado que la ordenanza plantea restricciones, penalizaciones y sanciones sin ofrecer mejoras en transporte público, servicios municipales o peatonalización. Ha criticado además que el documento cargue “sin justificación alguna” la responsabilidad casi exclusivamente sobre el Casco Histórico, a pesar de que no es la zona más contaminada ni la de mayor volumen de tráfico de la ciudad.
El concejal ha insistido en que “el propio estudio técnico del Ayuntamiento reconoce que la ZBE supondrá un incremento de la recaudación municipal”, lo que, a su juicio, confirma el carácter eminentemente recaudatorio del proyecto. Rueda ha subrayado que la propuesta no refleja una política ambiental seria, sino una iniciativa que llega tarde y mal, y que se impulsa únicamente para cumplir con la obligación legal y evitar sanciones.
Para Vox supone una restricción a la movilidad
La presidenta del Grupo Municipal Vox y vicealcaldesa de Toledo, Inés Cañizares, ha apelado a sus principios y a la responsabilidad adquirida con los ciudadanos que confiaron en Vox para justificar su rechazo al proyecto de ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones presentado por el Partido Popular. Según ha señalado, la iniciativa supondría una restricción de movilidad para “los ciudadanos que no pueden gastarse 60.000 euros en un coche eléctrico”.
En declaraciones a los medios, tras la comisión de urgencia convocada para abordar este proyecto, la vicealcaldesa ha reiterado la oposición de Vox al establecer una Zona de Bajas Emisiones en Toledo. Cañizares ha defendido que “establecer una zona de bajas emisiones cuando no existe contaminación no tiene ningún sentido”, subrayando que el planteamiento del gobierno local no está respaldado por datos que justifiquen su necesidad.
La vicealcaldesa ha insistido en que esta regulación afectaría de manera directa a trabajadores, familias y vecinos que dependen del uso diario de sus vehículos, especialmente aquellos que no pueden asumir el coste de adquirir automóviles eléctricos o de bajas emisiones. Según ha afirmado, el proyecto no se ajusta a la realidad de la ciudad y generaría nuevas cargas sin aportar mejoras en movilidad o calidad ambiental.





