La Zona de Bajas Emisiones de Toledo se aplicará solo en el Casco Histórico para preservar el patrimonio y la calidad de vida
El concejal de Movilidad y Régimen Interior, Iñaki Jiménez, ha presentado el proyecto inicial de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Toledo, que se encuentra actualmente en periodo de información pública.
Esta medida, que será de aplicación exclusiva en el Casco Histórico, tiene como objetivo principal proteger el patrimonio y mejorar la calidad de vida de los residentes, dando cumplimiento a las normativas estatal y europea.
Isla de calor en el Casco Histórico
Jiménez ha asegurado que se trata de una medida “obligatoria, necesaria y viable” que se pone en marcha con “todas las garantías técnicas y jurídicas”. Ha destacado que Toledo no es una ciudad con altos niveles de contaminación, aunque en el Casco Histórico se detecta una isla de calor provocada por el trazado urbano, lo que justifica que las restricciones se limiten a esta zona.
Toledo no es una ciudad con altos niveles de contaminación, aunque en el Casco Histórico se detecta una isla de calor provocada por el trazado urbano, lo que justifica que las restricciones se limiten a esta zona.
El perímetro afectado estará delimitado entre el río Tajo y la muralla de la ciudad, con accesos controlados desde cuatro puntos: la puerta de Bisagra, la cuesta de Doce Cantos, la calle Gerardo Lobo y el paseo de Recaredo. Los pivotes permanecerán operativos las 24 horas del día, todos los días de la semana, excepto en las tres horas habilitadas para carga y descarga.
Quedarán exentos de las restricciones los vehículos con distintivo ambiental Cero, ECO y CE, así como los de servicios de emergencia y seguridad, personas con movilidad reducida, residentes empadronados antes de la entrada en vigor de la ordenanza (hasta el 31 de diciembre de 2030) y los vehículos de carga y descarga durante su horario autorizado.
Todos los vehículos de cualquier barrio podrán acceder al Casco Histórico
El concejal ha querido dejar claro que “todos los vehículos de cualquier barrio de la ciudad, empadronados en Toledo, podrán acceder al Casco Histórico sin problema, aunque no tengan etiqueta”. También ha subrayado que existe una moratoria general hasta el 31 de diciembre de 2030, si bien en el caso de los no residentes, el acceso solo estará permitido para aparcar en parkings, no en zonas azul o verde.
Dentro de la nueva ordenanza de movilidad, las zonas azul y naranja del Casco Histórico pasarán a ser zonas verdes para aumentar el número de plazas reservadas exclusivamente a residentes. Actualmente, existen 1.060 plazas verdes, 295 naranjas y 248 azules. En el entorno inmediato del Casco hay 3.377 plazas fuera de la zona ORA, entre las que se encuentran las de Recaredo, Palacio de Congresos, Corralillo, juzgados, Santo Tomé, Alcázar, seminario y los aparcamientos disuasorios como Safont, Azarquiel y Santa Teresa.
El concejal ha querido dejar claro que “todos los vehículos de cualquier barrio de la ciudad, empadronados en Toledo, podrán acceder al Casco Histórico sin problema, aunque no tengan etiqueta”. También ha subrayado que existe una moratoria general hasta el 31 de diciembre de 2030, si bien en el caso de los no residentes, el acceso solo estará permitido para aparcar en parkings, no en zonas azul o verde.
Jiménez también ha destacado la disponibilidad de transporte público no contaminante con cinco autobuses eléctricos y 28 de gas, además de dos remontes mecánicos (Recaredo y Safont) y el sistema de control de movilidad Simusek. Según los datos registrados por este sistema, acceden al Casco Histórico unos 186.000 vehículos cada semana, más de 26.000 diarios, de los cuales más del 50 % no son residentes.
Necesidad de controlar la densidad de tráfico
El edil ha remarcado la necesidad de controlar esta densidad de tráfico, sobre todo teniendo en cuenta que en el Casco Histórico residen 10.155 personas y hay 9.555 vehículos censados, lo que supone una ratio de 94 coches por cada 100 habitantes, notablemente superior a la de otros barrios como Santa Bárbara (62) o Santa María de Benquerencia (66). También se vigilarán posibles empadronamientos fraudulentos.
Jiménez también ha destacado la disponibilidad de transporte público no contaminante con cinco autobuses eléctricos y 28 de gas, además de dos remontes mecánicos (Recaredo y Safont) y el sistema de control de movilidad Simusek. Según los datos registrados por este sistema, acceden al Casco Histórico unos 186.000 vehículos cada semana, más de 26.000 diarios, de los cuales más del 50 % no son residentes.
En cuanto al calendario, el proyecto fue aprobado el 10 de julio y permanecerá en información pública hasta el 27 de agosto. A partir de esa fecha y hasta el 17 de septiembre, vecinos, empresas y entidades podrán presentar alegaciones. El anteproyecto se elevará a la Junta de Gobierno Local para someterse después a un nuevo periodo de alegaciones de los grupos políticos hasta el 3 de octubre.
La aprobación inicial está prevista en el pleno del 9 de octubre, con exposición pública hasta el 21 de noviembre y aprobación definitiva el 28 de noviembre. La entrada en vigor de la ordenanza será el 23 de diciembre de 2025.