martes, abril 16, 2024
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Toledo celebra en la Sinagoga de Samuel ha Leví la festividad de Janucá

Los concejales del equipo de Gobierno, Francisco Rueda y Mar Álvarez, han participado este sábado en la celebración de la festividad de Janucá en la Sinagoga de Samuel ha Leví de Toledo. Un acto organizado por el Ayuntamiento en colaboración del Museo Sefardí y el Centro Sefarad-Israel.

En su intervención, el concejal del ayuntamiento de la ciudad, Francisco Rueda, ha trasladado a los asistentes un cordial saludo de la alcaldesa Milagros Tolón, quien “estaba muy ilusionada por la realización de este acto”, y ha dicho que a “los toledanos nos gusta reconocernos en la imagen de la ciudad de las Tres Culturas, de la convivencia y de la tolerancia”.

Una imagen relacionada con el reinado de Alfonso X, nacido en Toledo y cuyo octavo centenario conmemora la ciudad. Así, se ha referido a las Siete partidas’, marco en el que el monarca castellano establecía la obligación de respetar las sinagogas o a la Escuela de Traductores de la ciudad, en la que destacaron muchos judíos sefardíes toledanos.

El responsable municipal ha celebrado que la Sinagoga del Tránsito, “uno de los sitios más bellos y especiales de Toledo”, acoja el desarrollo de la festividad de Janucá, “la fiesta de la alegría, de la victoria de la luz”, al mismo tiempo que ha mostrado su satisfacción de poder vivir esta tradición judía que “hace tiempo fue una tradición toledana”.

El acto ha contado también con el director general del Centro Sefarad-Israel, Miguel de Lucas; la directora de la Federación de Comunidades Judías de España, Carolina Aisen, y la directora del Museo Sefardí, Carmen Álvarez, entre numerosos toledanos y miembros de la comunidad judía que se han sumado al evento.

La Janucá es una de las celebraciones más importantes del calendario judío que, según la tradición, rememora la reconsagración del templo después del asedio frente a los helenos y narra el milagro que ocurrió durante esos días de asedio en los que el candelabro del propio templo disponía solo de aceite para las velas para un único día, sin embargo, se mantuvieron encendidas durante ocho.

Así, la celebración ha consistido en el encendido de las velas de la menorá,  la interpretación del tradicional canto de Ma’oz Tzur del siglo XIII, y ha finalizado con un concierto sefardí.

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